Adaptarse o Morir – cómo México se adaptó al cambio
La posición de México en la cadena de suministro de productos electrónicos
Siempre los retos traen consigo también innovación y fortalecimiento de los procesos y las sociedades existentes. Este ha sido el caso de la posición de IPC en México, donde las interrupciones en la cadena de suministro, así como el crecimiento que hemos vivido en torno a la frontera ha fortalecido nuestra histórica relación con nuestro vecino del norte. Como la nueva Directora de IPC México, veo claramente los retos y estoy muy emocionada por las oportunidades que se nos presentan gracias a todos los cambios recientes que hemos visto en el territorio. Estos cambios han hecho que el apoyo de IPC a nuestro país y a las compañías con operaciones y personal basado en México sea más importante que nunca. Las regiones y las industrias se han tenido que adaptar, y IPC está aquí para garantizar una calidad, confiabilidad y consistencia superiores a medida que el panorama evoluciona y se consolida.
La evolución de la región fronteriza
Seamos honestos: la cadena de suministro en todo el mundo es un verdadero desastre. Las interrupciones continúan golpeando fuerte a los fabricantes de arneses de cables. Hemos visto de todo, desde fábricas en China que han cerrado debido al COVID, contendores enteros detenidos en puertos como Los Angeles y Houston, hasta escasez de materia prima, y la crisis nos seguirá golpeando pero las compañías han reaccionado rápidamente y muchas han trasladado sus productos a la región fronteriza de EU-México, la cual está rebosante de nuevos negocios, nuevas construcciones, y nuevas oportunidades.
Aunque México cuenta con varios centros de manufactura que incluyen la zona de Baja California, Monterrey, Guadalajara y hasta Querétaro, la región norte de México a unos cuantos kilómetros de El Paso, Texas, es un foco de nueva actividad. La región fronteriza alberga infraestructura de primera y mano de obra de bajo costo. Ciudad Juárez, la ciudad más grande de Chihuahua da hogar a más de 320 maquiladoras o plantas de ensamblaje que generan más de 39,000 millones de dólares al año a través de sus más de 300,000 operadores y está en auge con la inversión. Las plantas de manufactura en esta región siempre han jugado un papel preponderante en la cadena de suministro de los Estados Unidos. El tratado de libre comercio de América el norte (NAFTA), firmado en 1991 entre EU, Canadá y México atrajo la inversión a la región en la que compañías como Bosch, General Electric, Electrolux, y Siemens llevan años asentadas. Con la entrada de China a la Organización Mundial del Comercio en 2001, el crecimiento de nuestra región se estancó pues las compañías enviaron sus fábricas a China donde los costos de la mano de obra eran aún más bajos, sin embargo, con la imposición de las recientes tarifas de importación de los bienes Chinos aunado a la pandemia que azotó al planeta, las presiones de los negocios, los cuellos de botella en los puertos de embarque y las recientes negociaciones y acuerdos comerciales entre los líderes de América del Norte, las compañías en todo el mundo han volteado a ver una vez más a la región fronteriza viéndola como una fuente confiable para establecer una cadena de suministro de productos electrónicos más veraz, desencadenando así un auge manufacturero en la región.
Para nadie es un misterio el valor que tiene la región en la cadena de suministro de los Estados Unidos quien comparte con México una frontera de más de 3,200 kilómetros y, juntos, generan más de medio billón de dólares en comercio bilateral, dando trabajo a millones de familias con ello. La región de El Paso-Juárez, conocida como Paso del Norte, alberga a la mayor fuerza de trabajo bilingüe y binacional del hemisferio occidental. Adicional a la fuerza de trabajo disponible, la cercanía entre ambos países reduce los costos de envío, ofrece menores tiempos de respuesta y menores riesgos. Al reducir la cadena de suministro y situar la producción más cerca de los usuarios finales se crea un proceso más corto y más fuerte, lo que resulta especialmente atractivo en estos tiempos tan turbulentos. El empuje regional es estructural, muy seguramente duradero, y afecta a muchos sectores verticales.
Empresas reinvirtiendo en la región
En la medida en que eventos mundiales están presionando la cadena de suministro abriendo así una mayor reserva de oportunidades en México, las compañías no solo están moviéndose a la frontera para aprovechar la mano de obra disponible y acercar su producción a los consumidores finales, sino también están añadiendo intencionalmente proveedores y estableciendo una cadena de suministro más diversa, confiable y redundante. Para muchos fabricantes, México es un socio de probada eficacia, ya que ha producido ensamblajes para diversas industrias que van desde arneses de cables y automotriz, hasta dispositivos médicos y productos electrónicos de consumo.
Gracias a la aprobación del Acuerdo Comercial Estados Unidos-México-Canadá (USMCA) se espera que la producción global de autopartes en México aumente hasta en un 20%. Mientras que el TLCAN establecía que el 62,5% del valor de un automóvil debía proceder de la región, el USMCA aumenta el requisito al 75%. De las más de 320 fábricas que conforman la industria maquiladora en la región, empresas como Delphi, Lear, BRP y Werner mantienen una fuerte presencia en la región y suministran piezas a los fabricantes de automóviles estadounidenses. Es una vertical que esperamos ver crecer en las próximas décadas.
La fabricación de arneses de cables coincide y sigue está tendencia al alza. La importancia del cableado automotriz está aumentando junto con la creciente popularidad de los vehículos eléctricos, y México es un líder mundial consolidado en la fabricación de arneses de cables, produciendo un volumen suficiente para equipar más de 17 millones de vehículos al año, cifra que se espera que continúe aumentando. El 25% de las maquiladoras tan sólo en Juarez se encuentran dentro de la industria de arneses de cables o afín, que fabrican para el sector automotriz, aeroespacial, electrodomésticos y otros. Las empresas están construyendo y ampliando instalaciones y capacidad en la región a un ritmo muy rápido y esperamos que la región juegue un papel clave en la reducción de los desafíos que enfrenta la cadena de suministro de arneses de cables.
Y no es únicamente la cadena de suministro automotriz y de arneses de cable la que se ha fortalecido con las crecientes inversiones en la región fronteriza. Empresas manufactureras de electrónicos también están aumentando su presencia. Compañías como Foxconn, Wistron, y Honeywell, que ensamblan computadoras para Dell y HP, se encuentran aquí junto con empresas fabricantes de equipo médico como Cardinal Health y Cordis, así como empresas de consumibles electrónicos como Toro y Electrolux.
A lo largo de todas las verticales, las empresas maquiladoras están reinvirtiendo en la región fronteriza de EU-México para fortalecer la cadena de suministro con mano de obra confiable y de bajo costo y riesgo, para acortar la cadena y aumentar la diversificación.
Una sociedad para el futuro
El papel que México, y la región fronteriza, juegan en la cadena de suministro de productos electrónicos tiene hoy más importancia que nunca. Y aunque soy nueva en IPC, IPC no es nuevo en México. Nuestras normas se han utilizado en todas las industrias -existen más de 130 miembros de IPC y WHMA operando 315 fábricas de manufactura desde Tijuana hasta Guadalajara, pasando por Tamaulipas. También hemos certificado a más de 4,000 operadores a través de nuestros centros de certificación asociados en todo el país. IPC reconoce lo vital que es esta región para la fabricación de electrónicos y arneses de cables, y estamos comprometidos a fortalecer nuestras sociedades al tiempo que aumentamos también nuevas relaciones. Se pueden predecir muy pocas cosas en un ambiente tan impredecible, pero el apoyo que IPC continuará brindando a compañías basadas en México es seguro.
Soy Lorena Villanueva, Directora de IPC México y me interesa mucho recibir sus comentarios sobre este tema y lo que sus compañías están haciendo en la región. En el próximo blog me gustaría hablarles de las consecuencias que estamos viendo después de dos largos años de pandemia por COVID y el papel que México estará jugando en la cadena de suministro.