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México en la Cadena de Suministro de la Industria Electrónica

Las Consecuencias del Covid

A más de dos años de distancia desde que todo comenzó, está confirmado: las pandemias mundiales causan estragos en las cadenas de suministro. La OMS declaró oficialmente el Covid-19 como pandemia mundial en Marzo de 2020, y ahora en el tercer año de crisis, las vidas, los medios de subsistencia, las empresas y la sociedad se han visto alterados de muchas maneras inesperadas.  La nueva normalidad todavía se está perfilando, pero una cosa está muy clara: el sector manufacturero se ha visto especialmente afectado, y las suposiciones sobre cómo luce una cadena de suministro saludable están siendo modificadas.  

¿Recordemos cómo llegamos aquí? 

La crisis de la cadena de suministro comenzó en China donde los cierres de las fábricas desencadenaron una compleja cadena de problemas interconectados. En Febrero de 2020, menos del 20% de los obreros se encontraban trabajando en China, aunque esa cifra se disparó hacia finales del mes siguiente excepto en Wuhan, un centro manufacturero al que a veces se le conoce como la Detroit de China, y donde comenzó el brote y el retorno al trabajo se retrasó con respecto al resto del país.  Y los cierres no terminaron en 2020.  China volvió a poner freno a la fabricación en los principales centros de producción en la primavera de 2022, en pos de su estricta respuesta de “cero-Covid”.  Aunque las restricciones se han relajado desde entonces, la producción descendente sigue siendo escasa: el índice de gerentes de compras de la industria aumentó de 47.4 en Abril a 49.6 en Mayo, aun por debajo de 50, lo cual indica una contracción sostenida.  

Y el cierre de fábricas fue solo el principio de las consecuencias.  Los problemas se extendieron rápidamente a los puertos, que estaban sobrecargados y sin personal suficiente.  China redirigió los contenedores de transporte marítimo para entregar equipos de protección a países en dificultades, lo que agravó la escasez de contenedores ya que los gigantescos buques cargueros anclaron en puertos de África Occidental y Asia Meridional, puertos que no envían muchos productos de vuelta a China. Cuando los barcos finalmente llegaban a su destino, a menudo pasaban días anclados en el océano y luego se quedaban en el puerto sin ser descargados, debido en parte a la escasez de trabajadores portuarios.  

En el punto más grave del problema, los puertos de Los Angeles y Long Beach, donde desembarcara alrededor del 40% de las importaciones estadounidenses en contenedores, se enfrentaba a filas de 100 buques.  En toda Norteamérica, un gran número de buques desbordaba los puertos, ya que la lentitud en la descarga y reutilización de contenedores agravaron el problema. Mientras tanto, los costos se dispararon – el costo del envío de un contenedor desde Asia hasta los Estados Unidos pasó de un mínimo de aproximadamente $2,000 dólares por contenedor antes de la pandemia, a un máximo de $30,000 dólares para Septiembre de 2021. Y una vez descargados los contenedores, las mercancías seguían sin moverse ya que la escasez de camioneros agravaba aún más la fragilidad de la cadena de suministro.  

Estos retos fundamentales se vieron acrecentados por un elevado número de nuevos trabajadores en las fábricas, necesitados de capacitación, y con un suministro limitado de materiales y componentes. Las empresas quedaron a merced de los problemas de suministro eléctrico, la escasez de mano de obra, la escasez de contenedores de transporte y los retrasos procedentes de diversas direcciones. Los fabricantes se enfrentaron a una especie de efecto mariposa, ya que la interconexión de la propia cadena de suministro se volvió problemática, de modo que la falta de chips de ordenador en Taiwán, por ejemplo, obligó a los fabricantes de automóviles a reducir la producción en Kentucky, Ontario, Indiana y otros lugares. 

¿Por qué son importantes los cambios regionales? 

Los fabricantes siguen adaptándose para reforzar sus cadenas de suministro y se están reubicando a México lo cual trae un desplazamiento de las fábricas más cerca de los usuarios finales, es una solución prometedora para muchas empresas que buscan en la región fronteriza entre Estados Unidos y México una fuente confiable de mano de obra accesible y un recurso probado, en sus esfuerzos por crear cadenas de suministro más cortas, menos arriesgadas y más diversas.  

Así, mientras la manufactura china se tambalea, la tendencia en México es al alza. El país experimentó un aumento de la inversión extranjera directa, de 29,000 millones en 2020. El Fondo Monetario Internacional estima que el PIB mexicano crecerá a 1.3 trillones de dólares desde los niveles pre-pandémicos en 2019, lo que sugiere que el cambio hacia la región fronteriza será duradero, reconfigurando la industria de la manufactura en los próximos años. 

La salud de la industria automotriz y la ensambladora también está repuntando. La rentabilidad de los accionistas del sector desde 2019 es superior al 50% y la capitalización de mercado del sector ha pasado de 2.6 trillones en 2019 a 3.8 trillones de dólares en 2021. En América del Norte, este repunte es aún más pronunciado: la rentabilidad de los accionistas ha superado el 99% y la capitalización del mercado se ha disparado de 832.000 millones a 1,7 trillones de dólares. Agosto fue un gran mes para la Industria Automotriz mexicana, con un aumento en producción de +31.36% superando los 316 mil autos, mientras que las exportaciones crecieron 16.9%.

Lo que IPC está haciendo para apoyar a la industria electrónica 

Aquí en IPC, hemos trabajado para apoyar a los fabricantes mientras lidian con los muchos desafíos de mano de obra e inventario provocados por la pandemia. Mi nuevo papel como Directora de IPC México es sólo una de las formas en que hemos impulsado nuestro compromiso con la región fronteriza. También hemos creado, cotejado y compartido recursos gubernamentales para las pequeñas empresas de todo el mundo; hemos puesto a disposición de los estudiantes todos los recursos en línea para los exámenes de certificación; y hemos celebrado Foros Ejecutivos para las industrias de la electrónica y de la fabricación de arneses de cable para permitir la colaboración en torno a los problemas de inventario y de la cadena de suministro, las precauciones de seguridad, las respuestas a las medidas de bloqueo en Asia y más allá, y hemos compartido diversos análisis económicos del Economista en Jefe de IPC, Shawn Dubravac. Y nuestro trabajo no ha terminado. A medida que la posición de México en la cadena de suministro global se consolida, estaremos presentes, comprometidos y con la región y para ayudar a nuestros miembros a mantener y mejorar su ventaja competitiva y el éxito financiero. 

Soy Lorena Villanueva, Directora de IPC México y me interesa mucho recibir sus comentarios sobre este tema y lo que sus compañías están haciendo en la región.